miércoles, 25 de noviembre de 2015


¿Eres adicto?



Gricel Miranda Mata
Matricula: AS161740203
Universidad Abierta y a Distancia de México
Curso Propedéutico para el Aprendizaje Autogestivo en un Ambiente Virtual
Eje 4. Lectura y elaboración de textos académicos
24 de noviembre de 2015



¿Qué es una adicción?

     Del latín addictĭo, la adicción es el hábito que domina la voluntad de una persona. Se trata de la dependencia a una sustancia, una actividad o una relación. Por ejemplo: “El joven debió internarse en una clínica especializada para tratar su adicción a las drogas”, “Perdí muchos años de mi carrera a causa de mi adicción al alcohol”, “Estoy preocupada: creo que mi hijo tiene una adicción a Internet”.

     Las adicciones controlan los pensamientos y los comportamientos de las personas, que sólo desean conseguir o realizar la cosa deseada. Para satisfacer este deseo, los adictos pueden cometer ilícitos, distanciarse de sus seres queridos y poner en riesgo su propia integridad, ya que pierden noción de la realidad.

     Existen diversos síntomas que vienen a dejar patente que una persona en cuestión está bajo los influjos de una adicción. En concreto, entre los más significativos se encuentran los siguientes:

• Pérdida del interés en aficiones o actividades que antes eran muy importantes.
• Cambios en el peso.
• Alteraciones bruscas en el estado de ánimo.
• Irritabilidad.
• Ira y nerviosismo del adicto cuando alguien le plantea que lo es.
• Debilidad y dificultad para conciliar el sueño.
• Cuadros de ansiedad, estrés o depresión.

     Una gran cantidad de personas experimentan enfermedades y condiciones que disminuyen su calidad de vida y que con frecuencia se asocian con algún tipo de adicción; y aunque existen diferentes tipos, aquí les presento las 10 adicciones más comunes:
  

1. Adicción al alcohol. Todavía mucha gente cree que la adicción al alcohol (alcoholismo) es un asunto moral o de carácter, algo que tiene que ver con depravados o con gente sin fuerza de voluntad, pero su consumo prolongado puede conducir a la adicción afectando la capacidad de juicio y concentración. Dicha adicción comienza cuando hay un abuso de las bebidas alcohólicas, es decir, cuando el consumidor “decide” conscientemente tomar alcohol de manera repetida y habitual. Esto implica introducirse, en un proceso cualitativa y cuantitativamente diferente, de consumo compulsivo de alcohol y de daño en el cerebro del adicto (las áreas cerebrales especialmente vulnerables a esta droga son la corteza cerebral / funciones ejecutivas, el hipocampo / memoria y aprendizaje y el cerebelo / coordinación de movimientos. Y en la mayoría de los órganos (pancreatitis, enfermedades del corazón, neuropatías, varices en el esófago, cirrosis del hígado, presión alta, deficiencias nutricionales, diferentes tipos de cáncer, entre ellos el de mama, depresión, deterioro de la memoria y déficit de atención, entre otros).

2. Adicción al cigarro. En realidad se trata más bien de una adicción a la nicotina, estimulante que se encuentra en cigarros y otras formas de tabaco. En 1988, el Ministerio de Salud de Estados Unidos clasificó a la nicotina como una sustancia adictiva. Los cigarrillos son sumamente eficientes para suministrar nicotina. Cada vez que inhala, el fumador promedio consume entre 1 y 2 mg de nicotina por cigarrillo. La nicotina llega al cerebro en unos 10 segundos lo que contribuye a su gran poder de adicción. El cigarrillo y otros derivados del tabaco generan dependencia por un mecanismo similar al de la adicción  a drogas como la cocaína y la heroína. Además eleva el riesgo de cáncer, enfisema, trastornos bronquiales y problemas cardiovasculares.

3. Adicción a las drogas. "La adicción es una enfermedad que progresa por etapas", puntualiza en entrevista el doctor Rubén Baler, científico de la salud de la Oficina de Políticas Científicas del NIDA. Baler explica que en la primera etapa las personas utilizan sustancias para alcanzar la euforia que brindan, pero este consumo de drogas se convierte muy rápido en enfermedad en quienes las utilizan en forma crónica. El cerebro empieza a adaptarse a la sustancia y aparecen los primeros signos de dependencia. He aquí algunos signos que sugieren adicción: consumir la droga de manera regular, imposibilidad de dejarla, gastar en droga más de lo que se tiene, extralimitarse para obtener droga (incluso robar) y sentir que se necesita la droga para funcionar cotidianamente. Y aunque sean legales o ilegales y sin importar que el fármaco esté disponible con receta médica o sin ella, pueden provocar graves consecuencias médicas relacionadas con el cerebro, el corazón y los sistemas respiratorio, nervioso y digestivo.

4. Adicción al juego. La adicción al juego, ludopatía o juego patológico, como también se le ha llamado, es un desorden adictivo caracterizado por la conducta descontrolada en relación al juego de azar y a las compras. La inversión de tiempo, energía y dinero en las actividades de juego aumenta con el tiempo y la persona se va haciendo más dependiente del juego para enfrentar la vida diaria. En la ICD-10, la clasificación de enfermedades establecida internacionalmente, la patología del juego figura bajo las "anomalías habituales y alteraciones de los controles del impulso" y se define de esta manera: "La alteración consiste en frecuentes y repetidos juegos de azar que dominan la vida del paciente y que conllevan la ruina de los valores y compromisos sociales, laborales, materiales y familiares". La adicción al juego es la adicción más relacionada con intentos de suicidio. La intolerancia a la frustración, la incapacidad para ponerse en contacto con sus emociones, así como la grandiosidad, los sentimientos de baja-autoestima y la mitomanía producto de la doble vida que usualmente desarrolla el adicto al juego, son síntomas típicos de esta adicción. Usualmente es más frecuente en mujeres, pero no exclusiva del género femenino.

 5. Adicción a la comida. Este es uno de los placeres de la vida, sin embargo algunas personas, son incapaces de controlar lo que comen, convirtiéndose en adictos, el comedor compulsivo sufre de ciclos alternantes de compulsión por comer y síntomas depresivos acompañados de vergüenza, culpabilidad y remordimiento. El comedor compulsivo utiliza la comida para lidiar con sus sentimientos. La obesidad y todos los problemas relativos al sobrepeso son consecuencias de este desorden. Tener una adicción a la comida, no es lo mismo que bulimia, aunque pueden tener algunos síntomas similares.
Tampoco significa tener sobrepeso, aunque con frecuencia van juntos.
Una persona es adicta a la comida cuando: Ésta ocupa una parte importante de su tiempo, ya sea porque come o porque piensa mucho en la comida y sus emociones están muy relacionadas a la cantidad de comida o a su manera de comer.
La raíz del problema, no está en lo que se come o en la cantidad de comida, sino en la razón por la que se come.
Entre las principales causas de la adicción a la comida encontramos:
·         Poca tolerancia a la frustración.
·         Pocas habilidades para resolver nuestros problemas.
·         Un mal manejo emocional.
·         Impulsividad.
·         Una vida insatisfactoria o sin sentido.

6. Adicción a los videojuegos. Los adictos a los videojuegos pueden pasar horas jugando y olvidarse de realizar otras actividades e incluso asumir la identidad de un personaje. En 1993 Paul Rozin, un profesor en psicología de la Universidad de Pensilvania, realizó un estudio en el que evaluó el potencial adictivo de los videojuegos en comparación con otras sustancias y actividades potencialmente adictivas. Rozin concluyó que los videojuegos eran la actividad menos adictiva detrás de los juegos de azar.
Concepción Ruipérez Cebrián, pediatra del Hospital Quirón de Torrevieja, explica cómo afecta el uso excesivo de los videojuegos en la salud infantil, aunque un consumo prudente y moderado tiene ventajas… “Es cierto que las consolas pueden convertirse en una forma de entrenamiento para la mente, pero su uso excesivo puede conducir a graves problemas de salud que son fáciles de prevenir”,  además la adicción a los juegos virtuales hace que los niños desechen otro tipo de actividades, como es la actividad física, lo que más escasea entre la población infantil de la sociedad actual. Hay poca actividad física en los colegios, y menos aún en las casas. Ahora los niños no juegan en los parques y ya no hacen más de dos o tres horas semanales de ejercicio.”

7. Adicción a internet. Si bien ofrece enormes beneficios, en muchas personas el internet se convierte en algo más que un recurso y se mantienen en línea todo el tiempo. Los problemas surgidos de esta dependencia trascienden el ámbito de lo intrapersonal. Desde un punto de vista sistémico, los efectos negativos de la adicción se expresan en los ámbitos familiar, académico y profesional (Young, 1999). El adicto se aísla del entorno y no presta atención a otros aspectos de las obligaciones sociales (Echeburúa, 1999). Existen diversos tipos de adicciones comportamentales relacionadas directamente con la necesidad obsesiva de estar conectados a internet. La adicción a las pantallas incluye también los videojuegos, el teléfono móvil e internet en sus diversas modalidades (juegos en línea, cibersexo y redes sociales). La adicción a Internet forma parte de las llamadas 'nuevas adicciones sin droga' o adicciones comportamentales. Si bien no es una patología aceptada oficialmente por los organismos sanitarios, es una realidad incuestionable. Es una adicción real, frecuente, preocupante y globalizada. Sobre todo en jóvenes varones con los problemas típicos de la adolescencia, personalidades introvertidas, u otros trastornos como el trastorno atencional, depresión, etc. Según diversos estudios, afectaría a un 8 a 10% de los usuarios habituales de internet. Es obvio que hoy en día el uso de la tecnología y la información es indispensable, pero debemos aprender a manejarla racionalmente, estableciendo prioridades, para así lograr que nosotros las manejemos y no que ellas nos manejen a nosotros.

8. La adicción al sexo. Aunque suena fabuloso, en realidad se refiere a quienes no pueden vivir sin el sexo. Los hipersexuales pueden tener problemas laborales, familiares, económicos y sociales. Su deseo sexual les obliga a acudir frecuentemente a prostíbulos, comprar artículos pornográficos, buscar páginas sexuales en Internet, realizar con frecuencia llamadas a líneas eróticas, buscar el contacto sexual mediante citas a ciegas, entregarse al sexo ocasional con desconocidos, sexo con animales (zoofilia), etc., y hacen que su vida gire en torno al sexo. Pero, ¿te has preguntado alguna vez “cuánta cantidad de sexo” es normal tener al cabo de una semana? No existe ninguna cifra que pueda responder de forma certera a este interrogante, ya que la frecuencia adecuada de las relaciones sexuales no las marca nadie más que la pareja. Lo que sí está claro es que, cuando el deseo de mantener relaciones sexuales es demasiado frecuente y la búsqueda de satisfacción del mismo ocupa gran parte del día a día, o interfiere de forma significativa trayendo consigo consecuencias negativas, es muy probable que hablemos de adicción al sexo. Algunos estudios han apuntado a que las lesiones en la corteza prefrontal medial del cerebro dan lugar a comportamiento sexual compulsivo. De la misma forma, personas provenientes de familias disfuncionales o víctimas de abusos son los individuos más proclives a caer en este trastorno de carácter sexual.

9. Adicción a las compras. La adicción a las compras se refiere al deseo compulsivo de comprar cosas, aunque éstas no sean una necesidad. Al igual que la adicción al trabajo, esta adicción es relativamente nueva y es generada en la sociedad de consumo en la que vivimos actualmente. También se la llama la enfermedad invisible porque puede pasar desapercibida como un simple capricho o frivolidad, mientras que por el contrario, el comprador compulsivo se encuentra bajo una depresión profunda. Esta enfermedad se da mayormente entre mujeres y jóvenes. Los adictos consideran al consumo como una forma de hallar la felicidad, pero al comprar empiezan los sentimientos de culpa por el gasto indebido. En el caso de no poder ir nuevamente de compras para calmar la ansiedad, caen en la depresión, generando un círculo vicioso. La compra compulsiva es una necesidad incontrolada que si no es satisfecha genera irritabilidad a la persona. El placer de comprar se transforma en una adicción cuando se compran cosas presuntamente necesarias, y al darse cuenta que no lo son, igualmente se quieren más. El adicto compra productos a los que probablemente nunca dé uso, y que en muchos casos oculta de sus familiares generando situaciones de engaños y deudas.
  
10. Adicción al trabajo. Un trabajólico (derivado de su nombre original en inglés, un workaholic) es una persona adicta al trabajo. Para las personas que son adictas al trabajo, el trabajo constituye el centro de la vida del individuo, el propio empleo resta importancia a todo lo demás, incluida la familia, el ocio y la vida social. Lo consideran como su refugio. El hecho de llevarse trabajo a casa para acabarlo por la noche o los fines de semana es algo que resulta habitual en la persona que lo padece. Esta situación, que en inglés ha sido bautizada como workaholic, define a aquellos trabajadores que, de forma gradual, van perdiendo estabilidad emocional y se convierten en adictos al control y al poder, en un intento por lograr el éxito. Según explica la psicóloga Marisa Bosqued en su libro ¡Que no te pese el trabajo! (Gestión 2000).

     Lo importante de todo esto es que la adicción es una enfermedad o un desorden que responde positivamente al tratamiento adecuado. Al igual que otros desordenes de naturaleza crónica, existe una tendencia a la recaída, pero la recuperación es posible.

     El tratamiento es un proceso, que consiste en una serie de intervenciones estructuradas, dirigidas a apoyar y promover la recuperación de la persona hacia una mejor calidad de vida.

     Los planes de tratamiento pueden contener varias estrategias o herramientas de intervención. Casi siempre mientras más tiempo en intensidad del tratamiento mejor pronóstico para la evolución.

     Algunos pueden recibir tratamiento con fármacos; otros requerirán terapias cognitivo-conductuales o intervenciones motivacionales, entre otras terapias de eficacia probada en las personas adictas y que también suelen combinarse con fármacos. No obstante, el Doctor Rubén Baler comenta que "el mensaje importante es que la adicción conlleva el desajuste de muchos circuitos, y que para tratar al adicto deben tenerse en cuenta todas las disfunciones al mismo tiempo".

     Por tanto, el tratamiento debe definirse según la persona, el tipo de sustancia, el ambiente en que vive y sus recursos, internos y externos. No se intenta resolver únicamente el problema bioquímico, sino considerar al individuo y su contexto: su familia y su lugar de trabajo. En definitiva, se requiere una terapia multidimensional que procure entrenar nuevamente un cerebro que aprendió algo totalmente anormal, pues la adicción, en última instancia, es una enfermedad de aprendizaje.



Fuentes de información.



REFLEXIÓN: 

¿Por qué elegí este tema?
Porque creo que es un problema que está afectando cada día a más personas, sin importar clases sociales, sexo o edades. Al principio sólo me quería centrar en las adicciones a las drogas pero al ir investigando encontré información muy valiosa sobre diferentes tipos de adicciones, incluso algunas que ni siquiera las consideramos así pero la realidad es que nos  causan mucho daño, vemos como la tecnología, la mercadotecnia, el espíritu de competitividad, han provocado en las personas el deseo incontrolable de gastar en cosas que no son necesarias, de  perderse la convivencia con la familia y amigos por estar todo el tiempo detrás de un celular o una computadora o por pasar horas y horas en el trabajo, incluso llevarse el trabajo a la casa, y peor aún si hablamos de alcohol, tabaco y drogas; adicciones que destruyen, que matan.

¿De dónde partí para empezar a escribir?
Comencé con la lectura de “El cerebro adicto”, después investigué en Internet sobre el tema. Muchas veces sabemos sobre algún tema sólo por encima y no ahondamos sobre el mismo porque parece que no nos interesa o por el momento no lo necesitamos, pero en mi caso fue la necesidad de querer saber más sobre las adicciones lo que me llevó a elegir este tema y partí de una situación familiar, un sobrino tiene 14 años y aunque no es adicto, sí tiene amistades que pueden ser mala influencia, así que me interesó mucho el tema para saber cómo podemos prevenir y evitar que nosotros o algún ser querido se convierta en alguien adicto, saber cuáles son las conductas de las personas adictas, los daños que les ocasionan las adicciones y como se les puede ayudar, espero poner en práctica muchas cosas que aprendí al investigar sobre éste tema.





miércoles, 21 de octubre de 2015

¿Qué es ser un estudiante en línea?

Hoy en día el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han venido a transformar la forma en como interactuamos, pero sobretodo, la manera en como aprendemos; ejemplo de ello, es la creación de escuelas virtuales. Sin embargo, esta modalidad de estudios presenta nuevos retos y desafíos para todo aquel que aspire a convertirse en un estudiante en línea. 

Estas son las etapas de la modalidad abierta y a distancia:
1.- Enseñanza por correspondencia: En esta el alumno contaba únicamente con el material impreso.
2.- Enseñanza multimedia: Los medios disponibles eran el teléfono, la televisión y recursos audiovisuales.
3.- Telemática: Comienza la evolución de las tecnologías de la información y comunicación. Así como inserción del CD-ROM.
4.- Enseñanza colaborativa basada en Internet: Los recursos que se utilizan son el chat, las videoconferencias y los correos electrónicos y foros de discusión.

La etapa 4 da lugar al surgimiento de la educación en línea. Es importante, no perder de vista que “La educación a distancia se basa en un diálogo didáctico mediado entre docentes de una institución y los estudiantes que, ubicados en espacio diferente al de aquellos, aprenden de forma independiente o grupal.” (García Aretio, 2014, pág. 19). Enseguida se mencionan las características que debes poseer como estudiante, y los retos a los que te enfrentarás para lograrlo dentro de la educación en línea: 

Características:
  •  Actitud proactiva. Dispones de un amplio margen de libertad y autonomía, que te permitirá tomar decisiones respecto a tu propio aprendizaje y desempeño.
  • Compromiso con el propio aprendizaje. Eres responsable de tu aprendizaje, pues ahora te conviertes en un agente activo y autogestor del mismo.
  • Conciencia de las actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias. Estas las vas a seguir desarrollando y aplicando para aprender a aprender. Deberás generar y potencializar estrategias que te faciliten la recepción y el análisis de la información.
  • Actitud para trabajar en entornos colaborativos. Tienes la oportunidad de conocer a diferentes personas, lugares, estrategias de estudio, e historias de vida, de las cuales podrás aprender y enriquecer tu propio proceso cognitivo y de desarrollo. 
  • Metas propias. Debes establecer metas más allá de la superación de asignaturas o cursos, y buscar siempre alternativas de solución en caso de tener inconvenientes y evitar esperar a que llegué por sí sola la solución. 
  • Aprendizaje autónomo y Autogestivo. Debes generar destrezas relacionadas con la comunicación, la búsqueda, la selección, la producción, la difusión de la información y el conocimiento. 
Retos: 
  • Dejar atrás el aprendizaje dirigido. Tendrás que ser autogestivo, autocrítico y reflexivo, recuerda que tu aprendizaje y desempeño, depende primordialmente de ti y de tu administración del tiempo. 
  • Evita memorizar y repetir el conocimiento. Más bien analízalo, procésalo, aprópiate de él y proyecta tu saber.
  • Dejar atrás los entornos competitivos. El trabajo colaborativo enriquece tú propio conocimiento y también fortalece tú aprender a aprender.
  • Gestión y administración del tiempo. Deberás crear una agenda de actividades, que te permita programar todas las actividades (escolares, personales, laborales, etcétera)
  • Destrezas comunicativas. Potencializa tus habilidades de lectura y escritura. Y evita el uso excesivo de mayúsculas, que en un ambiente en línea se consideran Netiquetas, las cuales significan gritar. 
El desafío más grande al que te enfrentarás será convertirte en todo un alfabeta digital,  es decir trabajar con diversas fuentes y códigos de información; saber manejar la sobrecarga de información y discriminar la calidad de las fuente de información; organizar la información; usar la información eficazmente; y saber comunicar la información encontrada a otros.”(Cabero Almenara & Llorente Cejudo, 2008, pág. 13)

Ser un estudiante en línea no es fácil ni difícil, basta, con aplicar estrategias y acciones que te permitan autogestionar tu aprendizaje y crear un compromiso contigo y con tu aprendizaje, así como desarrollar tu comprensión lectora, puesto que el entender lo que lees te evitará frustaciones y pérdidas de tiempo. 

Esfuérzate y ten confianza siempre en lo que realizas. Recuerda que el verdadero aprendizaje no se basa en consumir ideas o información, sino en apropiarte del conocimiento. Nunca olvides que cuentas con las habilidades y destrezas necesarias para triunfar en esta modalidad. 

¡Continúa avante!